viernes, 31 de mayo de 2019

TESTIMONIO DE UN SOBREVIVIENTE


En el mes de marzo pude salir finalmente del infierno: me jubile como docente del Departamento de Música de la Facultad de Artes. En ese momento deje en Facebook un breve testimonio de mi experiencia, y hoy vuelvo a compartir ese texto para quienes no lo han leído aún y tal vez les interese. 

La música tiene la extraordinaria capacidad de evocar recuerdos, pero si los recuerdos no son buenos, esa música permanece ausente. Tal vez algún docente del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, pueda tener esa música siempre dispuesta para evocar buenos recuerdos. Sin embargo, en lo personal, esto no sucede. Después de veinticinco años de docencia en ese lugar, no hay música, no hay gratos recuerdos, sólo indignación. Son muchos los jóvenes que ingresan a la FA con la esperanza de aprender algo sobre lo sublime de la creación musical, sin sospechar que el “santuario del conocimiento” no está libre de laberintos y sorpresas. Se dice que la falta de presupuesto pone en riesgo la educación de la universidad pública, pero muy pocos advierten que algo más peligroso que el presupuesto está destruyendo silenciosamente la educación. Es lo que sucede cuando el sistema educativo cae en manos de un círculo cerrado de conveniencias académicas, lo que podría denominarse ‘amigocracia’. ¿Será una nueva Corda Frates, la logia reaccionaria que se creyó superada con la Reforma Universitaria de 1918?
Si la amigocracia domina los claustros académicos, no hay mucho lugar para las acciones disciplinarias cuando los que deben dar el mejor ejemplo no lo hacen, ni hay mucha ocasión para la idoneidad profesional. Es lo que pasa cuando en las mesas de exámenes no están todos sus integrantes como lo exige el reglamento universitario, cuando las alumnas son acosadas sexualmente, o cuando se promueve animosidad (mobbing) hacia los docentes que no son complacientes con la amigocracia, entre otras acciones no menos escandalosas. En cuanto a la idoneidad cabe destacar que hay docentes que han dedicado toda su vida al estudio, la investigación y la producción, sin embargo, el esfuerzo de ellos termina siendo inútil para la educación pública porque la oportunidad de ofrecerlo choca con la frecuente parcialidad selectiva de los concursos, donde prevalece el acuerdo previo de quienes integran el jurado, que prefieren beneficiar solamente a los que están dispuestos al intercambio de favores. Lamentablemente, todo es posible ante la mirada “distraída” de las autoridades. La amigocracia es el gobierno donde la amistad es casi una complicidad, y en ese juego siniestro los más  perjudicados son los estudiantes.
El docente honesto no dudaría en admitir su error, diferente a lo que normalmente ocurre con buena parte de las autoridades académicas. Ellas creen ser infalibles en la interpretación de los estatutos académicos, por lo que se adjudican un amplio margen de justificación, dejando de lado el sentido común que todo reglamento exige. Cuentan, además, con la bendición de la Defensoría de la Comunidad Universitaria cuyo defensor, o no existe, como sucedió en algún momento, o quienes deberían asumir alguna responsabilidad tienen la costumbre de mirar sin ver. Frente a esto, un profesional universitario dijo alguna vez con resignación: “Y, bueno, la Universidad es así”. Pero nadie quiere una Universidad así. Córdoba, la Docta, no se lo merece, y es difícil pensar que alguien con dignidad acepte que un lugar tan sagrado para la formación humana y profesional, se deje vencer tan fácilmente por lo profano. Quiera Dios que algún día la educación universitaria logre recuperar los méritos que alguna vez supo tener, ahí donde parece haberlos perdido.




viernes, 12 de septiembre de 2014

RATIO LEGIS

Así actúan los pequeños filisteos cuando descubren su fracaso

Roberto Rue
 
Ratio legis es la razón de ser de una ley, es el fundamento que debe inspirar el contenido y alcance de las normas jurídicas. Los reglamentos académicos relacionados con los concursos no están exentos del mismo principio. Es decir, la finalidad de la selección de antecedentes del aspirante a un cargo está en función directa a su capacidad relacionada con el tema por el cual se llama a concurso. Esta es la razón de ser de un llamado a concurso, y lo es de un modo excluyente. El 21 de agosto se evaluaron  mis antecedentes para la cátedra Análisis Musical III y IV, en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. En esta materia y en este momento, soy el único que tiene antecedentes importantes relacionados con el análisis musical en esta Facultad. Soy autor de siete libros y más de veinte artículos sobre el tema, publicados en el país y en el exterior, incluyendo un libro en Alemania, sin embargo, el jurado me descalificó totalmente. Entre otros argumentos de poca validez para la finalidad del cargo, me hicieron la observación: “no tiene premios”. Esto es asombrosamente ridículo. Tener composiciones musicales premiadas, acreditar gestión, ser adjunto en otras materias, estar dictando o haber dictado clases en otras dependencias educativas sobre otros temas, incluso, el tener título universitario, no son razón suficiente para justificar la idoneidad en un cargo docente. Este concurso fue un verdadero fraude, con argumentaciones ad hoc para justificar lo injustificable, y lo que es peor, no se contempló el objetivo del concurso, que es ofrecer la mejor opción para los estudiantes. Pero, como siempre ha sucedido en la Facultad de Artes, estos últimos son los que menos se tienen en cuenta; el acuerdo espurio entre los docentes prevalece inexorablemente. Así, la cátedra quedó a merced de principiantes. Los integrantes de jurado fueron: Pablo De Giusto (un guitarrista con orejas pero sin cerebro), Santiago Rojas Huespe (un jovencito, estudiante recién recibido y sin experiencia), Tatiana Shundrovskaya,  y María Guadalupe Vega (aparentemente, mujeres sin voz ni voto). “Felicitaciones” para ellos por la generosa impunidad que les otorga la U.N.C. Estos docentes tienen el futuro académico asegurado.
Sinceramente, lamento hacer este comentario, pero como en cualquier día de furia, la confesión es parte de mi terapia. 6/9/2014.


Otros comentarios derivados de la misma situación 

Aunque no lo creas.

La ciencia progresa gracias a nuevas técnicas de observación y control. El estudio y la enseñanza de las disciplinas artísticas, en lo que se refiere a su análisis estructural, sigue el mismo camino. Sin embargo, el concepto de análisis musical impuesto en la Facultad de Artes de la UNC, implica no admitir nuevas técnicas de análisis en los niveles más avanzados, porque no es lo que se viene haciendo desde un principio. Esto significa, por ejemplo, que las teorías de Schenker o Narmour, no deben permitirse porque la perspectiva de la musicología histórica, con la cual se comienza el estudio de la música, no se corresponde con las etapas más adelantadas de la interpretación analítica. Semejante ignorancia da vergüenza, y es defendida obstinadamente por algunos docentes de esa dependencia académica. Dios proteja a los estudiantes de semejante disparate.  
Esta idea paleolítica, impulsada por el prof. Pablo De Giusto, está mencionada en el Acta de selección de antecedentes como condición para asumir el cargo en la cátedra de Análisis Musical III.



Corda Frates

Privilegiar los “papelitos oficiales” (títulos) en detrimento del conocimiento, es una torpeza inadmisible en los ámbitos académicos. Algo que escribí hace unos años con relación a este tema: Curriculum vitae. Los títulos aseguran que alguien pasó por la oportunidad del conocimiento, pero no garantizan su posesión. De cualquier manera, en una sociedad basada en el poder de la propiedad, en la “adscripción racional a los valores”, los títulos cumplen la función de hacer legítima la exclusión social (Weber) y protegen, al mismo tiempo, a un montón de incapaces indispensables para bloquear los accesos por donde la inteligencia “no diplomada” pueda entrar y ocupar posiciones clave en la división del trabajo.
La “Corda Frates” sigue presente en la Facultad de Artes, lamentablemente..
 


Ética miserable

Apenas unas horas antes del concurso se hizo una insólita movida de las fichas sobre el tablero. Fue sin ética y con dudosa legalidad, para favorecer los intereses personales de la jefatura del departamento a cargo de Claudio Bazán, un aventajado en el país de la amigocracia y reconocido acosador sexual de las estudiantes. Ésta es, una vez más, la prueba de que el curriculum no sirve para nada, y que es más efectiva la complicidad servil, especialmente para los que están dispuestos a trepar a cualquier precio. La ingeniería utilizada para alinear los intereses personales en el ámbito universitario es realmente asombrosa. Y no lo es por el ingenio, sino por la impunidad reglamentaria con la que actúan algunos funcionarios académicos. Un filósofo supo decir que la libertad es el punto de inflexión entre dos necesidades. Valiéndonos de esta figura diríamos que el reglamento escrito de la universidad es la parte inalterable, necesaria, pero el punto de inflexión entre los artículos del reglamento es el agujero ideal por el que pueden escurrirse los caprichos institucionales. Por eso, el que estuvo sumergido en ese sucio agujero, no tendrá mejor suerte que la de un gusano.


La letra de la ley contra el espíritu de la ley. 

La letra dice que todos somos iguales ante la ley, sin embargo, algunas veces el espíritu busca la desigualdad. Los Estatutos Universitarios dicen que los meritos públicamente reconocidos habilitan para la docencia universitaria, pero una vez adentro, el espíritu te deja de lado.








sábado, 3 de septiembre de 2011

HISTORIA DE UNA PERSECUCION

LA NUEVA ETAPA: CENSURA A LA LIBERTAD DE EXPRESION

Roberto Rue

Un hecho real, que cualquier docente universitario puede comprobar en pocos años, resumido en esta simple frase:

“Por no saber discernir claramente la vocación ¡cuántos excelentes médicos, políticos, verduleros, deportistas, están perdiendo la oportunidad de hacer una auténtica contribución a la Argentina!”

Alguien la escribió en Facebook, el patio trasero de su casa, y fue la excusa “perfecta” para que el Consejo del Departamento de Música de la Facultad de Artes fomentara, por acción u omisión, la intolerancia represiva oculta en lo más íntimo de las almas inseguras. El resultado fue una sorprendente cadena de insultos, calumnias, descalificaciones y amenazas por parte de algunos estudiantes a través de Facebook, junto a la insistente solicitud de la autoridad académica de comparecer ante el Consejo y dar explicaciones sobre las atribuciones dadas a la libertad individual.

De los miembros del Consejo asesor, especialmente de los docentes titulares, se espera siempre la sabiduría para persuadir sobre las conductas irracionales, como es la intolerancia. Sin embargo, en vez de aconsejar que se abandone semejante actitud, la defendieron dándole entidad institucional, nada menos que desde la Universidad Nacional de Córdoba, donde se insiste en la “responsabilidad de crear condiciones para sensibilizar, profundizar y reflexionar acerca del campo de conocimiento y análisis de las prácticas en derechos humanos”, además de “contribuir a la defensa, promoción y difusión de los Derechos Humanos, en el marco de los principios y valores de un Estado democrático de Derecho”.

El efecto bumerang derivado de este disparate académico no se hizo esperar. La desmedida reacción de los estudiantes, promovida por unos pocos resentidos (algunos de ellos integrantes del mismo Consejo), solamente sirvió para poner en evidencia las falencias pedagógicas estructurales de todo el Departamento de Música. Los comentarios vertidos en el espacio virtual por los estudiantes lo corroboran claramente.

La inofensiva opinión que aparece en Facebook referida a la vocación estudiantil fue la excusa para la protesta, pero no la causa del problema.

Sólo reclamo para las personas que rinden culto a la libertad, estar a salvo del feroz prejuicio de los antropófagos contemporáneos, que no son pocos ni tan viejos. Creer que el trabajo de médicos, políticos, verduleros o deportistas no es honorable, si es lo mejor que se puede hacer, no es cosa de ignorantes sino de brutos. Pero esto no es lo peor. "Los ignorantes tienen arreglo, los brutos no” (J. D. Perón).

En este mundo, acusado de heredar el “pecado original”, abundan los fracasados, y nada es más doloroso para ellos que no encontrar culpables. La Inquisición medieval tuvo mucho que ver con esta conciencia de culpa. Y a pesar del transcurso del tiempo, aún no ha terminado la tarea del “honorable tribunal” de la Inquisición, solamente ha cambiado su estrategia. Hoy no se persiguen las brujas, pero subsiste lo que las llevó a la hoguera: la sospecha de que no se respetan las sagradas convenciones del hombre mediocre. A los “herejes” contemporáneos ya no se los quema en la hoguera, se los mata en el ámbito de su desempeño social, político, laboral, académico, artístico, científico, etc.


CAZA DE BRUJAS EN LA UNC. QUIZAS ESTAN ADIESTRANDO LOS FUTUROS REPRESORES, SIN SABERLO. . . LAS SEMILLAS QUE CAEN A LA DERECHA DEL CAMINO, NO NECESITAN MUCHA HUMEDAD PARA GERMINAR.

A continuación están:

1 - Las notas del Consejo de Escuela solicitando comparecer ante el “honorable
tribunal” encargado de sancionar las herejías.

2 - Mi respuesta al “honorable tribunal”.

3 - Declaración de la UNESCO sobre el uso de Internet.

4 - Lista de los integrantes del Consejo Asesor Departamental.


Para leer las notas: tecla derecha del mouse - abrir enlace en una ventana nueva - aumentar (+)



Córdoba, 25 de julio de 2011

Al Señor Jefe del
Departamento de Música de la Escuela de Artes
Facultad de Filosofía y Humanidades
Universidad Nacional de Córdoba
Mgter. Sergio Poblete
S. / D.

As.: Expresiones vertidas en el Facebook

Quien suscribe, Roberto Rue, Profesor Asistente en la Cátedra Introducción a la Composición I de esta Casa de Altos Estudios, me dirijo a Ud. a los fines de referirme respecto de las expresiones vertidas a través de la red social Facebook en mi nombre y que tanto ha preocupado al Consejo Asesor del Departamento de Música.
Ante todo corresponde que me disculpe por la inasistencia a las reuniones convocada por Ud. los días jueves 23 de junio y 21 de julio, pero me aqueja una seria enfermedad que lo impide y reservo las fuerzas disponibles para concurrir a mis clases y trabajos relacionados con ella. Sin embargo, por el profundo respeto que ese Consejo me inspira, no quiero dejar de exponer los siguientes puntos que de alguna manera podrían aclarar confusiones.
1 - Facebook es una red social, una red de Internet de amigos que tiene previsto en sus condiciones de uso que no se proporcione información falsa, pero en los hechos cualquiera puede utilizarla bajo cualquier nombre y sin que medie responsabilidad alguna de Facebook (Item 4 de sus condiciones de uso: Seguridad y cuenta de servicio: Los usuarios de Facebook proporcionan sus nombres e información reales y necesitamos tu colaboración para que siga siendo así. Éstos son algunos de los compromisos que aceptas en relación con el registro y mantenimiento de la seguridad de tu cuenta: 1- No proporcionarás información personal falsa en Facebook, ni crearás una cuenta para otras personas sin su autorización. 2- No crearás más de un perfil personal).
2 - Facebook se utiliza para relacionarse con amigos y el uso agresivo está prohibido a tal grado que Facebook elimina comentarios escritos que puedan afectar la susceptibilidad de las personas.
3 - Facebook no es un documento, no es un periódico, no es un libro, es Internet; es de uso privado en cuanto a que es leído por amigos de Facebook y a la vez, externo a la universidad. Entrar a leer el Facebook de una persona que no está agregada como amigo, es semejante a pararse frente a la ventana de la casa de un vecino para escuchar lo que dice.
4 - El texto que figura en esa cuenta de Facebook que me atribuyen, motivo de todo este conflicto, dice: Acabo de corregir los trabajos de composición musical de los alumnos de la Escuela de Artes de la U.N.C. Por no saber discernir claramente la vocación ¡cuántos excelentes médicos, políticos, verduleros, deportistas, están perdiendo la oportunidad de hacer una auténtica contribución a la Argentina! La expresión apunta a vocaciones confundidas y no a ineptitudes de los estudiantes ni problemas pedagógicos en el Departamento de Música. Confundir la vocación es común y hasta lógico, considerando la natural inseguridad de la juventud. No creo que estos estudiantes, si es que lo fueran, se hayan ofendido por decirles médicos o deportistas. Si se han ofendido fue por la palabra “verduleros” lo cual demuestra un feroz prejuicio de su parte. Personas muy estimada por mí, cosechan y venden verduras con toda la alegría que da el ejercicio de la auténtica vocación. No es indigno ser un buen verdulero. Seguramente muchos estudiantes hacen su carrera universitaria gracias a que sus padres son verduleros.
5 - Art. 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender. Dice nuestra Constitución Nacional y Tratados Internacionales incorporados a ella en el art. 75 inc. 22.
6-Por otra parte, la Libertad de Expresión en Internet, está establecida por Jurisprudencia. Ejemplo: FALLO DE LA SALA I DE LA CAMARA FEDERAL REFERIDO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN INTERNET Causa Nro. 33.628 “Vita, Leonardo G. Y González Eggers, Matías s/procesamiento” Juzgado 10 - Secretaría 20 Buenos Aires, 13 de marzo de 2002. Causal: haber impartido públicamente por Internet instrucciones acerca de la producción, elaboración y uso de estupefacientes.
- En el art. 14 de la Constitución Nacional se dispone que todos los habitantes de la Nación gozan del derecho de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa, mientras que en el art. 32, se establece que “El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de prensa o establezcan sobre ella la jurisdicción federal”.
- En el texto de la Constitución formal - explica Germán Bidart Campos - se halla normada la libertad de prensa y en cambio, no encontramos expresamente ninguna norma que se refiera a la libertad de expresión en cualquiera de sus modos, incluso los diferentes a la prensa,
- “decimos que respecto a la expresión a través de medios que ´no son prensa´ hay una carencia histórica de norma, o sea, una laguna en el orden normativo. Esa laguna suscita la integración del orden normativo para llenar el vacío” y “nos remite en primer lugar a la norma análoga, (es decir a la más parecida que hallamos en la Constitución, que es la referida a la prensa) y a los valores y principios generales del derecho constitucional” (cfr. Manual de la Constitución Reformada, Tomo II, Ediar, Buenos Aires, 1998, p. 12). También sostiene Bidart Campos en tal dirección, y haciendo una interpretación dinámica en el tiempo de la Constitución que toma los cambios y formas de expresión actuales que no eran conocidos por el constituyente histórico, que se puede, sin dudas, concluir que nuestra Ley Fundamental da claro resguardo a la libertad de expresión. Ello a partir de los principios de libertad que contiene nuestra Constitución desde su mismo Preámbulo (cfr. Bidart Campos, op. y loc. cit).
- En este orden de ideas, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Ponzetti de Balbín”, del 11 de diciembre de 1984, de modo claro ha establecido que lo estatuido sobre la libertad de prensa en nuestra Ley Fundamental, no debe ser apreciado en un sentido literal, sino de un modo amplio y abarcativo de la libre expresión e información por otros medios diferentes a la prensa escrita (ver. Fallos 306: 1892 ).
- Por lo expuesto, las publicaciones de Vita y González Eggers se encuentran alcanzadas por las garantías que protegen tanto la libertad de expresión como la libertad de prensa. En efecto, más allá de las discusiones doctrinarias sobre el alcance de la libertad de prensa, es claro que nos encontramos ante un nuevo medio de comunicación, “Internet”, en el que conviven y mediante el cual se expresan - entre otras - actividades científicas, comerciales, periodísticas y personales. Por ello, corresponde, a la luz de los hechos del caso, y al amparo de la Ley Fundamental, considerar a la “red de redes” como otro medio comunicacional público y masivo, en el que se vierten diversas formas de expresión, lo cual incluye a la prensa.
- En este contexto, los imputados utilizaron el espacio de “Internet” para difundir sus ideas acerca de la problemática del consumo de estupefacientes y su prohibición legal. En otras palabras, se valieron de un medio de prensa para criticar, dar y recibir información sobre el tema antes apuntado.
Resolución del tribunal: libertad de expresión en Internet no vinculante.
- La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en varios casos, ha dado un amplio alcance al derecho a la libre expresión de ideas y a la libertad de prensa. En la decisión que obra en Fallos 248:291 este Tribunal ha expresado: “Entre las libertades que la Constitución Nacional consagra, la de prensa es una de las que poseen mayor entidad, al extremo de que sin su debido resguardo existiría tal sólo una democracia desmedrada o puramente nominal. Incluso no sería aventurado afirmar que, aun cuando el art. 14 enuncie derechos meramente individuales, está claro que la Constitución al legislar sobre libertad de prensa, protege fundamentalmente su propia esencia democrática contra toda posible desviación tiránica”…
7 - Me resulta extraño que el Consejo se haya detenido en este tema; yo no me he sentido ofendido por los insultos vertidos en ese mismo Facebook por los estudiantes, ni he solicitado que se los reprenda por esa desmedida reacción. De todas maneras agradezco el interés que han tenido en aclararlo. Por favor, háganlo extensivo a los alumnos que hayan leído esa página de Internet.
Es mi sincero deseo que este debate concluya aquí y no en otros fueros, dado que mi precaria salud requiere de mucha tranquilidad. Espero que ustedes lo comprendan, pues de continuarse, afectará severamente mi tratamiento con los obvios daños y perjuicios que esto ocasiona.
Reciban ustedes mis más cordiales saludos como así también mis augurios de éxito en sus tareas como Consejo Asesor de ese prestigioso Departamento.

Roberto Rue


La UNESCO reiteró su compromiso para el uso de Internet en la sesión de apertura del Sexto Foro para la Gobernanza de Internet (IGF). 27/09/2011. www.unesco.org

• No hay que poner límites a la libertad de expresión.
• Hay que asegurar el acceso a la información.
• Hay que garantizar la privacidad de los usuarios.
• Hay que estimular y apoyar la calidad de los contenidos en diversos idiomas.
• Hay que mantener por todos los medios el carácter multisectorial de la naturaleza colaborativa de Internet.






Estos son los integrantes del Consejo Directivo, y algunos de ellos, responsables del hostigamiento del que fui objeto en el año 2011. En ese momento fui operado de cáncer y estaba bajo las severas consecuencias del tratamiento médico y los efectos psicológicos que causa esa enfermedad. No obstante la delicada situación, el Consejo fue absolutamente insensible y perverso.


Docentes Titulares

Silvina Argüello
Claudio Bazán
Alejandro Aizemberg
Eduardo Allende

Docentes Suplentes

Néstor Alderete
Federico Sammartino
Gustavo Giacchero
Gabriela Gregorat

Estudiantes Titulares

César de Medeiros
Pablo Havenstein
Mariano Nicolás Marzari

Estudiantes Suplentes

Santiago Rojas Huespe
Noelia Olmedo
Franco Pellini

Egresado Titular

Noelia Pizarro

Egresado Suplente

Pablo Araya


CASI UN EPILOGO:

Estuve en un criadero de aves de rapiña. De todas las aves jóvenes que estaban allí, una se acercó y me dijo con orgullo “somos el futuro”. Me limité a decirle que las piedras también tienen futuro, pero no tienen progreso. Permaneció callada por un momento, y mientra movía sus alas torpemente tratando de volar dijo “es la hora de almorzar, me esperan las víctimas que los otros animales dejaron para mi”.

AL FINAL DE LA PRÓXIMA ENTRADA LAS DENUNCIAS SE VAN ACTUALIZANDO.

lunes, 31 de mayo de 2010

TESTIMONIOS DE LA VERGÜENZA



Si alguien se pregunta alguna vez sobre el origen de la corrupción política en la Argentina, aquí tiene parte de la respuesta: Universidades Nacionales, primer nivel de adiestramiento. Para tener una idea del alcance que esto puede tener, imagine por un momento que alguno de los personajes involucrado en el relato que sigue se inicia en la carrera política, tiene éxito y luego gobierna. Y no se trata de una excepción. Es casi una norma que los políticos argentinos egresados de la Universidad, trasladen exitosamente los "hábitos académicos" al ejercicio de la función pública.

Algunas de las cosas que no se espera encontrar en el lugar donde el conocimiento y la ética se promulgan como los rasgos más distintivos:

Concursos preparados para quienes no simpatizan con el poder establecido, o para los docentes amigos, o solamente amigos. En el Departamento de Música de la Escuela de Artes de la Facultad de Filosofía y Humanidades, U.N.C. hay algunos “docentes” que ni siquiera saben leer música.

Docentes que una vez ingresados a la Universidad nunca más fueron llamados a concurso; en algunos casos por más de treinta años.

Los Profesores Titulares Plenarios constituyen la más alta jerarquía de profesores regulares dentro de la Universidad, para lo cual se requiere tener “meritos académicos extraordinarios” y haber “desarrollado tareas de investigación relevantes”; sin embargo, en el Departamento de Música algunos docentes obtuvieron esa jerarquía a pesar de la evidente incapacidad intelectual que los caracteriza (Myriam Kitroser). Nada de méritos extraordinarios, nada de producción científica; algo objetivamente comprobable. Pero, a pesar de esta vergüenza, ahora (2010), M. K., sin título oficial habilitante en música, es titular del comité evaluador de la Carrera Docente por el Departamento de Música; es decir, es responsable de evaluar la actividad intelectual de los docentes, su producción artistica y sus investigaciones. En una época el lema era "la imaginación al poder", hoy la Universidad Nacional de Córdoba ha impuesto un nuevo lema "los inútiles al poder". El mismo año M. K. fue nombrada vice directora de la Escuela de Artes de la U.N.C. y luego, en 2012, vicedecana de la Facultad de Artes. Ahora (2015) es Decana de la Facultad de Artes. Aunque soy ateo, el asombro me obliga a exclamar ¡por Dios, qué disparate! Aunque tal vez esta sea una recompensa por su "idoneidad profesional", y sobre todo, por su probada "honestidad académica".

Sí, es una recompensa, pero no está relacionada con la idoneidad o la honestidad. En la Universidad, y desde donde estoy mirando, la “democracia” es entendida como un pacto previo de conveniencias. La democracia académica no es la expresión de un pensamiento libre que lucha por mejorar la educación, la democracia es un acuerdo previo basado en el intercambio de beneficios personales. He participado alguna vez en la elección de los miembros del consejo de escuela donde pude ver cómo la Jefa del Departamento (Carmen Aguilar) ofrecía los cargos sin el acuerdo de la mayoría.

Es muy frecuente el ascenso vertiginoso de algunos iniciados en la docencia mientras que otros, de larga trayectoria, deben padecer la demora que impone la indiferencia (efectos de la amigocracia).

A los amigos se les ofrece mejorar sus cargos sin que tengan la necesidad de solicitarlo; otros, en cambio, deben padecer el “eterno retorno” de la misma indiferencia cada vez que solicitan lo mismo; y la excusa es casi siempre la misma: “no hay puntos disponibles”, aunque nunca faltan para repartir entre los amigos. La otra excusa suele ser: “las autoridades de la Facultad de Filosofía y Humanidades son las que fijan la prioridad para la cobertura de cargos”, cuando se sabe con absoluta certeza que la jefatura del Departamento es el “catalizador” más importante al momento de establecer las prioridades; es decir, acompaña con su buena voluntad la solicitud que le interesa o descalifica aquella que no le interesa, y por supuesto, decisión no siempre regulada por las necesidades reales del Departamento (clientelismo).

En un concurso público para acceder al cargo de JTP, un miembro del jurado (Graciela Castillo) le advirtió a un concursante (R. Rue) sobre la decisión de votar en su contra, porque él no era de su agrado para el cargo. Incluso, días previos al concurso, esta "honorable" docente se comunicó con otros integrantes del jurado solicitando que hicieran lo mismo. La docente, titular de la cátedra de Composición y que se jubiló posiblemente mucho después de lo que establece la ley, pertenecía al grupo de los que tienen “tomado” el Departamento de Música desde hace varios años. En aquella oportunidad la docente justificó su proceder diciendo que su decisión “no obedecía a motivos personales; la razón era que los alumnos llegaban a su cátedra con serios errores de aprendizaje”, y responsabilizó al titular de la cátedra para la cual se llamó a concurso. Esta argumentación, que involucra injustamente al concursante y se convierte en un problema personal, fue denunciada a la Secretaría Académica de la FFyH el 13 de octubre de 1998 a través de una nota entregada a la Jefa del Departamento de Música, Carmen Aguilar, amiga de la docente titular. Ahora, considerando lo flexible que suelen ser los límites entre la amistad y el deber, la pregunta se hace inevitable: la nota ¿habrá llegado a destino? Creo que no.

Solamente los miembros del jurado tienen la atribución de proponer un candidato sin título; nunca puede ser un requisito previo, sin embargo, el Departamento de Música hace público el llamado a concurso poniendo como requisito tener título universitario, en contradicción con el artículo 63 de los Estatutos Universitarios; hecho muy grave si se considera que gran parte de los docentes de ese Departamento no lo tienen, porque son egresados del Conservatorio o artista de larga trayectoria. La finalidad de este requisito arbitrario es desalentar a los docentes que no tienen título y no son amigos. Con la misma finalidad en las convocatorias se suelen agregar textos igualmente arbitrarios que limitan aún más las posibilidades de presentación. Por ejemplo, en una convocatoria a concurso para la cátedra de Análisis Musical se especificaba “debe ser pianista”, cuando todos los músicos sabemos que este es un requisito innecesario; a menos que el objetivo fuera acomodar a un pianista amigo.
En otra oportunidad, y siempre pensando en los amigos, se llamó a concurso para el Laboratorio de Música Electroacústica y una de las condiciones era: "capacidad en el manejo de la computación aplicada a la didáctica infantil", cuando se sabe que éste no es el perfil educativo de la Universidad. Estas convocatorias, como otras similares, aparecieron en los medios gráficos, en Internet, etc.


Hace unos años se concursa el cargo a titular de Contrapunto, y fue adjudicado a un determinado docente. A pesar de esto, el Dr. Rubio convocó de inmediato a una reunión para solicitar que por votación se anule el concurso y así dejar la cátedra a cargo de su protegido Claudio Bazán. En el transparente donde aparecía la información institucional de la Escuela de Artes decía que la votación se había realizado "con la abstención del Dr. Rubio" ¡Qué ética de mierda la de este docente, por favor! Él mismo fue quien promovió anular el concurso, pero con la precaución de no verse involucrado. 

En alguna oportunidad el FOMEC (Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Universitaria) ofreció una beca de mucho dinero destinada a la investigación. Pero la convocatoria que hizo el Departamento de Música venía con formato previo; es decir, se exigió presentar un único tema relacionado con la musicología histórica, sin opciones de otro tipo. La razón era obvia: la beca estaba adjudicada de antemano. Pero, ¿dónde quedó la igualdad de oportunidades para las diferentes vías de investigación científica? La Ley Nacional de Educación Superior dice en el Art. 28c "crear y difundir el conocimiento […] en todas sus formas".

En el Departamento de Música el pensamiento dominante en materia de investigación musical se relaciona con la musicología histórica, por lo que no son bienvenidos los proyectos de investigación que no contemplen ese aspecto. Antes de 1993, quien escribe, estuvo trabajando en varios proyectos aprobados por el Conicor y otras entidades oficiales; sin embargo, luego de entrar a la Universidad y tras haber escrito cuatro libros y una veintena de artículos en línea opuesta al pensamiento dominante, en 15 años jamás se le aprobó un proyecto de investigación. Por supuesto, los proyectos no fueron evaluados por los que tienen la idoneidad profesional, sino por los que tienen el poder de mando en los asuntos "artísticos" dentro de la Universidad. A propósito de esto conviene recordar lo que dice el Art 33 de la Ley Nacional de Educación Superior: "Las instituciones universitarias deben promover la excelencia y asegurar la libertad académica, la igualdad de oportunidades y posibilidades […] así como la convivencia pluralista de corrientes, teorías y líneas de investigación".

Cuando se elaboró el nuevo plan de estudios para la carrera de composición, en los contenidos mínimos del seminario “Introducción a la Investigación en Artes” no se menciona la ciencia ni la investigación científica, ignorando las actuales políticas universitarias. Paradójicamente, en este nuevo plan de estudios se citan tres artículos tomados de los Estatutos Universitarios que dicen:

“La misión de la Universidad es la promoción de la investigación científica”. Titulo 1, Art. 2-b.
“La enseñanza tenderá a promover la vocación científica” Titulo VI, Art, 81.
“Una de las misiones básicas de la Universidad es promover la ciencia y la técnica (y que) para ello, una de sus tareas fundamentales es la realización de investigaciones científicas” Título VII, art. 94.

Sin embargo, el seminario de investigación evita el concepto de ciencia aplicado al arte, porque el pensamiento dominante, esencialmente subjetivista y reaccionario, no lo permite. Este es un gesto absolutamente autoritario, similar al de aquel necio profesor que se negaba a enseñar materialismo dialéctico en sus clases de filosofía porque este pensamiento no era parte de sus creencias personales. Se hicieron observaciones sobre este grave error, pero el poder de los intereses creados tuvo la última palabra. Así es como la educación termina mutilada por prejuicios ideológicos. En la época del proceso militar de los años 70 se pretendió construir una cultura con la exclusión de algunas ciencias; hoy, en el ámbito académico todavía perduran los ecos de esa perversa iniciativa.

En el año 2009 el Gobierno de Córdoba envió una nota al Departamento de Música solicitando referencia docente para conformar el jurado que evaluaría los antecedentes de los que quisieran acogerse a la jubilación de acuerdo a la ley de reconocimiento artístico promulgada por el gobierno provincial. La Jefa del Departamento, Silvina Argüello, me ofreció la posibilidad. Dije que sí, pero al poco tiempo me deja un mensaje telefónico en el contestador diciéndome que la oferta se retiraba, porque era muy urgente disponer de mi curriculum (?), y la oportunidad pasó a uno de los "protegidos" por el Departamento (Claudio Bazán). Era un trabajo ad honorem pero... ¡ni así te dejan mover!

Docentes con responsabilidad administrativa (Marisa Restiffo y alguna autoridad departamental) deliberadamente ocultaron información sobre actividades culturales y científicas de interés público, violando los Art. 28 y 33 de la Ley Nacional de Educación Superior. Esto fue en ocasión de realizarse las VII Jornadas Argentinas de Música Contemporánea e Investigación 2011 organizadas por el Prof. R. Rue junto a colaboradores asociados y declaradas de interés cultural por la Secretaría de Cultura, Presidencia de la Nación y auspiciadas por la Universidad Nacional de Córdoba, la Escuela de Artes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la misma Universidad y otras importantes entidades como el CONICET, Secyt UNC, Ministerio de Ciencia y Tecnología del Gobierno de Córdoba, Radio Nacional Córdoba, etc.
No faltó la amenaza solapada de M. Restiffo al señalar que R. Rue no podía ser parte de la organización de las Jornadas por estar con licencia por enfermedad. Ignorancia, torpeza, autoritarismo, etc. Algunos "pinches administrativos" de la UNC están siempre escarbando entre las líneas del reglamento, para encontrar cómo justificar la persecución de los que no se someten.


Denunciar la corrupción en algún sector de la UNC tiene consecuencias adversas en el resto de las dependencias académicas, según las “ramificaciones” que el sector denunciado tenga. En 2011 organizamos las VII Jornadas de Música Contemporánea e Investigación en las instalaciones del Cepia que estaba a cargo de la Lic. Carina Cagnolo del departamento de teatro de la Facultad de Artes. El día de inaugurar las Jornadas no nos abrieron la puerta del auditorio, el técnico de sonido desapareció sin brindarnos la asistencia mínima que ellos deben dar en estos casos y en el día de las ponencias “se cortó la luz”. Las Jornadas fueron exitosas de todos modos, pero el sabor amargo perdura. Este año (2012) solicitamos nuevamente el auditorio. La segunda persona en responsabilidad del Cepia nos confirmó la disponibilidad del auditorio pero a los pocos días, por orden de la directora y sin razón alguna, nos negaron esa posibilidad.

Con suficiente anticipación solicite en el rectorado el aval académico a la UNC para las VIII Jornadas 2012. La solicitud fue enviada a la Facultad de Artes y aprobada por el Consejo, pero un “pinche” administrativo del Departamento de Música la dejó caer en un cajón, apostando a la demora o el olvido ¡Pinche Hijo de Puta! Lamentablemente la resolución no volvió a tiempo al rectorado y el aval tampoco estuvo al momento de inaugurarse las Jornadas ¡Y pensar que algunos se ofenden cuando digo que en la Facultad de Artes, sobre todo en el Departamento de Música, hay corrupción, y mucha!

Paradoja en el país de las maravillas. Por muchos años el Departamento de Música de la Facultad de Artes protegió celosamente a un pedófilo, y ahora hace lo mismo con los docentes que son acosadores sexuales de las estudiantes. Una vergüenza. Lo curioso es que al mismo tiempo están espíando tu libertad para ver de qué pueden acusarte.



Como los animales de carroña están hambrientos y son insaciables, seguramente habrá más comentarios en este lugar.

domingo, 29 de noviembre de 2009

DERECHO: FORMA RITUAL DE LA INDIFERENCIA



Eslabones de la cadena sanitaria que le dan destino a mis derechos: Honorable Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U.N.C. >>> Ex decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, L. Aguiar de Zapiola >>> Defensoría de la Comunidad Universitaria >>> Honorable Consejo Superior >>> Dirección de Asuntos Jurídicos de la U.N.C. >>> INADI >>> letrina >>> "agujero negro".

Por sugerencia de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la U.N.C. recurrí al INADI (Instituto Nacional ¿contra? la Discriminación). Después de mucho tiempo la respuesta es la siguiente: “al no poder demostrarse un prejuicio cuyo valor específico sea determinante para una diferenciación arbitraria y obstaculizadora de derechos fundamentales, no hay discriminación posible que reprochar”… “no hay elementos de prueba que acrediten la existencia de un prejuicio”.

"Y sólo Dios, en verdad omnipotente, supo que eran mamíferos de otra especie" V. Maiakovski.

El hombre común dice: “la ley existe pero no se cumple”. Sin embargo, es inadmisible pensar que una ley pueda existir y no ser cumplida, porque de ser así, dejaría de ser una ley. Cuando se dice que la ley existe pero no se cumple, es porque se está confundiendo la ley con el texto de la ley. La ley de gravedad, por ejemplo, seguiría existiendo aunque ningún libro de física la mencionara; igual se puede decir de las leyes del derecho social: existen únicamente si en los hechos se verifica su permanencia. Es por eso que no se puede decir que en la Argentina hay leyes que no se cumplen; es más acertado decir que las leyes no existen. En todo caso, el incumplimiento es la ley y el beneficio la excepción. Roberto Rue.

sábado, 16 de mayo de 2009

FALSEDAD IDEOLOGICA EN PRIMERA PERSONA


Myriam Kitroser presenta descargo ante el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI), donde fue radicada mi denuncia en noviembre de 2008 para iniciar demanda por daño moral.


DESCARGO DE LA GATA INFAME

IV. El Sr. Roberto Rue dice que se lo discrimina por:
a) ... "sostener una posición ideológica opuesta a las autoridaes que mantienen el control del departamento de música".

Cabe aclarar aquí, en primer lugar, que las Jefatura de los Departamentos que forman parte de la Escuela de Artes, entre las cuales se encuentra música, es un cargo de gestión electivo, el cual se accede por votación mediante asambleas: una de todos los docentes del Departamento, otra de todos los estudiantes del mismo y la tercera de egresados de las carreras que allí se dictan. De esta manera, surge evidente que he ocupado ese cargo por tres períodos consecutivos – desde noviembre del 2002 a noviembre del 2008 – por mayoría absoluta de votos en todas las asambleas. Por otra parte, el Jefe de Departamento va acompañado en su gestión por un Consejo Asesor formado por representantes tanto de los docentes titulares, adjuntos y asistentes, como de representantes estudiantiles y egresados. Toda esta organización responde, a su vez, a una Dirección de la Escuela y su correspondiente Consejo Asesor. Se trata como vemos, de un gobierno de constitución democrática y pluralista donde participan muchas personas pertenecientes a los distintos estamentos universitarios y que difícilmente puedan ejercer un “control” y sostener un régimen autoritario con una “posición ideológica dominante”.

EL ESPEJO RESPONDE:

a) Que el acceso a la Jefatura del Departamento resulte de una mayoría absoluta de votos en todas las asambleas; que los Jefes de Departamento vayan acompañados en su gestión por un Consejo Asesor formado por representantes de los docentes titulares, adjuntos y asistentes, como de representantes estudiantiles y egresados, y que a su vez respondan a una Dirección de la Escuela y su correspondiente Consejo Asesor, no es garantía de que el cargo de Jefe de Departamento se desempeñe con total honestidad. Tampoco evita que los Jefes de Departamento distribuyan las oportunidades académicas de acuerdo a simpatías personales o coincidencias. Cuando esto sucede, estamos en presencia del autoritarismo académico. Cualquier docente universitario sabe perfectamente bien que estos hechos son muy frecuentes en nuestras universidades; por algo existe la Defensoría de la Comunidad Universitaria (¡aunque hace tiempo que la U.N.C no tiene defensor!).

DESCARGO DE LA GATA INFAME:

El Sr. Roberto Rue dice
b) … “no se me permitía estar en las mesas de examen”.

Respecto a esta manifestación del denunciante, vale destacar que el cargo que ocupa el Sr. Rue es de Profesor Asistente. Este cargo, de acuerdo a la reglamentación vigente, no implica la toma de exámenes, salvo circunstancias excepcionales donde la cantidad de profesores titulares y adjuntos del área no sean suficientes. Hago presente que las actividades de los docentes con relación al cargo que ocupan (titular, adjunto, o asistente – ex JTP) figuran descriptas en el reglamento de Actividades Docentes de la Facultad de Filosofía y Humanidades, resolución HCD 118/92. En el área de composición, a la cual pertenece el Sr. Rue hay una cantidad suficiente de docentes en condiciones reglamentarias y que, por el cargo que ocupan, tienen la obligación de cumplir con la toma de exámenes dentro de sus tareas docentes. Por esta razón, durante mi gestión, los dos primeros años el profesor no fue incluido en las mesas. A partir del año 2004, y por su pedido expreso se lo incluyó en los tribunales de examen como consta en las planillas de exámenes que se publican en las distintas fechas y que se encuentran incluidas en el Expediente de referencia, folio 16 al 23.

EL ESPEJO RESPONDE:

b) Antes del 17 de septiembre de 2004 todos los Profesores Asistentes participaban en las mesas de examen, como se puede comprobar en las Actas que ellos están obligados a firmar y que se encuentran archivadas en la Escuela de Artes. El único docente que no integraba esas mesas era yo; no estaba ni siquiera en las que se presentaban los estudiantes cuyos trabajos corregía durante todo el año. Se lo advertí varias veces a la Prof. Myriam Kitroser, Jefa del Departamento de Música, pero ignoró mi petición, por lo cual tuve que elevar una nota exigiendo mi derecho como docente. En la página 7 del expediente abierto en la Facultad de Filosofía está la nota recibida y firmada por la mencionada profesora, lo que constituye un reconocimiento de la falta que estoy denunciando.
Las planillas de examen aportadas por la Prof. Kitroser para demostrar mi participación en los exámenes no tienen ningún valor porque son posteriores a la fecha de mi último reclamo. En todo caso, éstas son pruebas a mi favor porque demuestran que realmente yo no estaba antes de esa fecha en las mesas de examen junto a todos los JTP; y tal vez por eso, en los primeros días de octubre de 2008, pude constatar que las planillas habían sido sustraídas de los expedientes (reclamo hecho por escrito el 1/10/2008).

DESCARGO DE LA GATA INFAME:

El Sr. Roberto Rue dice:
c) … “no soy convocado a las reuniones docentes”.

Es importante señalar aquí que las reuniones docentes se han convocado sistemáticamente vía e mail. Existe en la computadora de la Jefatura un archivo con todas las direcciones actualizadas por los propios docentes del Departamento, por lo que a través de ese instrumento se los ha mantenido informados y se los ha citado en diversas oportunidades, no habiendo recibido ninguna queja de los 50 docentes del Departamento, durante los seis (6) años de mi gestión.

EL ESPEJO RESPONDE:

c) Nunca fui convocado a las reuniones docentes por correo electrónico ni personalmente. A principio del presente año, la actual Jefa del Departamento de Música (Silvina Argüello) y sucesora de M. Kitroser, me informó que los mail que ella me enviaba desde el Departamento de Música “rebotaban”, por lo que me solicitó la dirección correcta. Esto demuestra que la Jefatura anterior era consciente de que yo no estaba siendo informado sobre las reuniones del Departamento; aunque la Prof. Kitroser conocía mi verdadera dirección ya que supo enviarme algunos mail que aún conservo en mi computadora.

DESCARGO DE LA GATA INFAME:

El Sr. Roberto Rue dice:
d) … “se me exige título universitario como requisito para presentarme a otros concursos públicos, a pesar del Art. 63 de los Estatutos Universitarios.

Al respecto, es necesario subrayar que los Estatutos Universitarios piden el título máximo (doctor) para ocupar un cargo docente, pero se permite la excepción en el caso de idoneidad públicamente probada, circunstancia bastante frecuente en el campo de las artes. Los tribunales de concurso, incluso los tribunales conformados para las selecciones de antecedentes, evalúan y aconsejan la designación o no de los docentes que se presentan en las distintas instancias. No hay ningún mecanismo mediante el cual no se permita a una persona presentarse como candidato para cubrir un cargo docente que se concursa. Cuando se realiza la selección de antecedentes para cubrir cargos interinos, los requisitos que se consideran los más adecuados son establecidos en el mismo llamado por la Jefatura y el Consejo Asesor, pero en definitiva, queda en manos del tribunal la recomendación y conformación de un orden de méritos de los postulantes, y en los HCD y/o HCS la última decisión sobre las designaciones. Es decir, surge evidente que no se está ante una atribución que sea competente al Jefe del Departamento.

EL ESPEJO RESPONDE:

d) Lo mencionado por la Prof. Kitroser en el apartado “d” es totalmente correcto. Lo que la profesora no menciona es que las publicaciones de los llamados a concurso que se hacían desde el Departamento de Música exigían como requisito tener título universitario, violando el Art. 63 de los Estatutos Universitarios y el Art. 36 de la Ley Nacional de Educación Superior. De esta manera se lograba desalentar la participación en los concursos de muchos docentes que no tienen títulos universitarios, pero que son egresados del Conservatorio o tienen una larga trayectoria como artistas. La nota 6 incluida en el expediente antes mencionado es una prueba de este hecho porque es el reclamo que hice ante la Secretaría Académica a cargo de la Lic. Gladis Ambroggio. Como prueba adicional de esta arbitrariedad están las publicaciones hechas por los diferentes medios, y que todavía se conservan


DESCARGO DE LA GATA INFAME:


El Sr. Roberto Rue dice:
e) … “se demora intencionalmente mi solicitud de promoción al cargo docente; no se me adjudica esta promoción con la excusa de que no hay puntos aunque se sigue llamando a concurso para otras cátedras”.

Sobre este punto, debe ponerse de resalto que la Jefatura del Departamento no tiene la potestad de otorgar ninguna promoción a ningún docente. El cambio de Asistente a Adjunto o de Adjunto a Titular se hace exclusivamente mediante concurso público o selección de antecedentes. Este procedimiento se realiza, eventualmente, frente a la existencia de puntos que puedan destinarse a tal efecto. Estos puntos (actualmente montos de dinero) son manejados y distribuidos desde el HCS, y HCD de esta Facultad. Los departamentos no manejan montos de dinero cuya administración está centralizada. En relación a los concursos que se “siguen llamando para otras cátedras”, vale destacar que no se trata de ninguna manera de cargos nuevos sino del concurso de cargos existentes que han vencido, jubilación de docentes y necesidad de sus reemplazos y normalización de la planta docente para su ingreso en carrera docente recientemente creada por las nuevas normativas del HCS.
Cabe aclarar que el Sr. Rue ha rendido concurso nacional de su cargo y ha aprobado. En ningún momento se lo ha discriminado por falta de título universitario y el tribunal ha valorado positivamente su actuación en dicha circunstancia.

EL ESPEJO RESPONDE:

e) En 2007 el titular de la cátedra solicitó por escrito a la prof. Kitroser mejorar mi cargo docente, y como es de suponer, de acuerdo a las normas establecidas por la Facultad (concurso), sin embargo, demoró la entrega de esta solicitud para dar lugar al pedido de otras mejoras y crear otros nuevos cargos (nota del Departamento de Música con fecha 4/7/2007). Es sorprendente que la prof. Kitroser haya argumentado que no había puntos disponibles para mejorar mi cargo, cuando, por solicitud de la misma profesora se llamaba permanentemente a concurso para otras cátedras. Incluso, en el último mes de su gestión se hicieron ¡siete! solicitudes de concurso, y todos ellos con el “aporte” de la Jefa del Departamento, como lo muestra el Acta con fecha 15 de septiembre de 2008. Esto es un indicio claro de que había puntos disponibles, algo que después se confirma porque el Consejo Directivo aprueba algunos de esos llamados, y que no se trataba de cargos vencidos o reemplazos.
Por otra parte, personal administrativo del Decanato me confirmó que ese mismo año (2007) había puntos disponibles por el corrimiento de otros cargos y por una nueva remesa de dinero que había ingresado a la Facultad.
El Departamento de Música no tiene ninguna potestad para otorgar promoción a los cargos, pero sí tiene la obligación de solicitarla cuando las circunstancias lo justifican; y además debe acompañar la solicitud con toda su buena voluntad y perseverancia. Sin embargo esta profesora, haciendo un mal uso de su autoridad, favorecía la solicitud de sus amigos o la descalificaba cuando no simpatizaba con el docente.
En mi último concurso no fui discriminado por falta de título universitario. Esto es verdad, pero no constituye una prueba de que la autoridad a cargo del Departamento de Música no haya sido responsable de los hechos que denuncio.

Después de casi 19 años de docencia universitaria, y a pesar de mi abundante producción artistica y científica, aún permanezco con un cargo “estancado”, mientras los restantes docentes con igual antigüedad, o menor, han logrado promocionar sus cargos gracias a la generosa gestión departamental.

DESCARGO DE LA GATA INFAME:

El Sr. Roberto Rue dice:
f) … “mi pensamiento relacionado con la investigación es opuesto al de la ideología dominante por lo que se excluyen mis observaciones sobre el nuevo plan de estudios”

Frente a esta aseveración, debo hacer hincapié en que la elaboración de la reforma del actual plan de estudios se hizo mediante reuniones de docentes por áreas. A estas reuniones fueron citados y asistieron todos los docentes. Aquellos que se interesaron en participar activamente asistieron a las reuniones en las cuales no se registró la presencia del profesor Rue. Este proceso llevó casi dos años de trabajo, tanto del cuerpo de profesores como del Consejo Asesor del Departamento, con presentaciones sucesivas frente a todos los estudiantes. Los resultado del mismo son el producto del consenso de muchas voluntades, experiencias y saberes, de asesores externos que participaron en un principio en este proceso, de los mismos protagonistas, o sea, de toda la comunidad educativa y no de una “ideología dominante”.

EL ESPEJO RESPONDE:

f) Nunca fui invitado a participar de las reuniones en las que se trató el nuevo plan de estudios; no obstante, luego de una reunión a la que asistí por casualidad, sugerí algunas modificaciones de los contenidos sobre el seminario de Investigación en Artes, tal como lo hicieron otros profesores en esa reunión (E. Garzón) y a los cuales la prof. Kitroser les aceptó la sugerencia. En una reunión posterior, en la que no estuve presente, la misma profesora expresó su voluntad de escuchar mis opiniones, pero eso nunca ocurrió. Esta actitud se debe a que la mencionada profesora no simpatiza con el concepto de ciencia aplicado a la música y hace prevalecer su propio punto de vista, ignorando las actuales políticas universitarias en materia de investigación científica.

Nota: en una circular del mes de mayo de 2011 se hizo conocer el plan de estudio definitivo, y la acertada sugerencia que hizo el profesor E. Garzón fue totalmente ignorada. Lograr acuerdos en una reunión departamental para luego hacer prevalecer la decisión personal es una actitud traidora y autoritaria.

LA GATA INFAME CONCLUYE:

V. como se aprecia fácilmente, no ha existido de mi parte conducta alguna que pueda ser considerada discriminatoria hacia el denunciante. Mi actuación como Jefe de Departamento de Música fue realizada en total conformidad con las normas y reglamentaciones aplicables en cada caso. Por ende, no existe justificativo alguno para que haya dirigido sus aventuradas acusaciones hacia mi persona, ya que estamos ante una genérica protesta contra toda la estructura organizativa de la Facultad de Filosofía y Humanidades y de la Escuela de Artes de la U.N.C.

ROBERTO RUE DICE:

No estoy en contra de la Facultad de Filosofía y Humanidades ni de la Escuela de Artes, solamente ESTOY HACIENDO PÚBLICA LA DESHONESTIDAD DE QUIEN ESTUVO A CARGO DE LA JEFATURA DEL DEPARTAMENTO DE MÚSICA HASTA EL MES DE NOVIEMBRE DE 2008, destacando al mismo tiempo la falta de apoyo por parte de las autoridades ante las cuales hice mis reclamos; reclamos que no dejaré de hacer a través de todos los medios posibles. A la Universidad se la protege señalando a quienes la corrompen; cualquier encubrimiento es complicidad.

He creado este blog acogiéndome a la Ley 26032, que establece que la difusión de información e ideas a través de Internet se considera comprendida dentro de la garantía constitucional que ampara la libertad de expresión.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

LA UNIVERSIDAD QUE DA VERGÜENZA

Algunos artistas creen estar poseídos por la inspiración divina y trabajan desde un solipsismo peligrosamente consecuente. Otros, resignados a la educación artística, se han contagiado con esa “impunidad” que otorga el “don divino” y viven negociando con el oscuro poder que está detrás del valor social del arte. A nosotros, seres sin protección celestial, todavía nos falta entender que en el mundo de los antropófagos, la nutrición también es un arte. R. R.


Roberto Rue: docente auxiliar por concurso y dedicación semiexclusiva en el Departamento de Música de la Escuela de Artes dependiente de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. Durante 15 años pude comprobar las arbitrariedades de un poder que, convencido de la legitimidad de la democracia basada en la manipulación de las oportunidades académicas, buscó perpetuarse indefinidamente, ofreciendo ventajas a los arribistas que siempre están dispuestos a pagar por una “buena ubicación” en la Universidad, apoyando incondicionalmente las decisiones que toma esa línea de poder monárquicamente constituida. Las cosas que aquí se denuncian no fueron extrañas al período en el que Carolina Scotto era Denaca de esta Facultad, aunque al asumir sus funciones como Rectora de la Universidad Nacional de Córdoba dijo que era necesario “terminar con la insoportable cultura del autoritarismo y la prepotencia”, es por eso que estoy muy ansioso por ver cumplida esa promesa. Espero también que la Defensoría de la Comunidad Universitaria tenga, finalmente, un defensor.

En el mes de mayo de 2007 solicité, por segunda vez después de casi diez años, mi promoción al cargo de adjunto. Pero, por efecto de la inercia discriminadora que vengo padeciendo desde hace casi 15 años, la nota fue demorada por la autoridad responsable de dar curso al trámite, porque prefirió favorecer otras demandas del mismo tipo. A partir de allí inicié una serie de reclamos ante las autoridades del Decanato de la Facultad de Filosofía, exponiendo una serie de hechos que evidencian intenciones de marginación y exclusión, pero el silencio volvió a ganar.
La primera de estas notas fue dirigida al Consejo Directivo, pero ésta se “perdió” en el trayecto que va de la mesa de entradas al despacho del Consejo Directivo. Se presentaros otras notas y se abrieron dos expedientes (120841469; 129841842). A este último, y tal vez para disimular la gravedad de la denuncia, se lo caratuló “Reitera pedido de mejora de dedicación” cuando en realidad debería haber sido caratulado como “DISCRIMINACION ACADEMICA”. De este mismo expediente, manos anónimas sustrajeron las pruebas que demostraban que la Jefa del Departamento de Música no me permitía integrar los tribunales de las mesas de examen, a pesar habérselo pedido varias veces por tratarse de un derecho y una obligación que me corresponde como docente.
A continuación transcribo algunas de estas notas para tener una idea del grado de incoherencia que es posible hallar en el ámbito académico. Agrego después dos notas de la jefa del Departamento de Música que justifica lo actuado, con la deshonestidad propia de quienes pretenden imponer la autoridad por encima de la razón, haciendo una interpretación forzada de la realidad y de los Estatutos Universitarios

Nota dirigida por mí a la Decana de la Facultad de Filosofía, Mgter. Liliana Aguiar de Zapiola y al Consejo de la Escuela de Artes el 6 de junio de 2008:

De mi mayor consideración:

Como estoy convencido de que la fuerza precede al derecho, entiendo que no tengo la libertad, sino la obligación de dirigirme a Ustedes para exponerles una situación personal que deben conocer. Desde hace 15 años soy Profesor Asistente en la Escuela de Artes de esta Facultad, y desde entonces percibo hechos que me colocan en un incomprensible estado de marginación y exclusión, tanto en acción como en pensamiento, a pesar de la convivencia democrática proclamada en nuestra Universidad. No es un producto de la imaginación, hay hechos concretos, y aunque sólo tengo unas pocas pruebas, he considerado que son suficientes para justificar la presente nota.
El 21 de abril solicité al Consejo Directivo su mediación para aclarar un problema relacionado con mi promoción al cargo de Adjunto, pero en un mes y medio no he tenido ninguna respuesta; tal vez esta demora forme parte de los hechos a los que hago referencia. El problema planteado al Consejo Directivo fue el siguiente: la Jefa del Departamento de Música, la Prof. M. Kitroser, presentó mi pedido de promoción mucho después de haber solicitado a la Dirección de la Escuela de Artes las mejoras a los cargos existentes o la creación de otros nuevos, aún cuando mi pedido había sido entregado al Departamento antes de que se supiera de la existencia de los puntos ofrecidos por el Decanato. Es decir, a pesar de mi holgada anticipación, fui injustamente excluido de esa oportunidad.
Frente a esta situación el Director de la Escuela de Artes tuvo la gentileza de sugerirme la posibilidad de concursar para otros cargos; sin embargo, el Departamento de Música ponía como requisito que los aspirantes debían acreditar título universitario, violando el artículo 63 de los Estatutos Universitarios, con lo que se limitaba mi derecho, y el de otros profesionales, a participar en los concursos.
Quizás esta fue la razón por la que también se intentó restringir mi actuación como docente. Mientras todos los Profesores Asistentes participaban en las mesas de exámenes, yo no estaba habilitado para hacerlo, ni siquiera con los alumnos cuyos trabajos corregía durante todo el año, por lo que debí solicitar, varias veces, que se reconociera mi derecho a estar presente en las mesas de exámenes.
Esta actitud de exclusión, a veces motivada por parcialidad ideológica, tiene consecuencias que trascienden los límites de lo personal y afectan directamente el nivel de la educación universitaria. Con motivo de una reunión que se hizo para tratar el nuevo plan de estudios, a la que asistí por casualidad - porque nunca soy notificado de las reuniones, como se hace con los demás profesores - se habló sobre el seminario de investigación. En la siguiente reunión, realizada entre el 22 y 25 de noviembre de 2005, no estuve presente porque viajé a la ciudad de Rosario para asistir al XIII Congreso de Filosofía, no obstante, envié a través del Prof. Eleazar Garzón una nota haciendo importantes observaciones y sugiriendo nuevos contenidos para el seminario, porque el anterior no respetaba los Estatutos Universitarios en lo referente a la investigación científica. En esa reunión, la Jefa del Departamento de Música, quien no simpatiza con el concepto de ciencia aplicado a la música, expresó su intención de reunirse conmigo para tratar el tema, pero nunca lo hizo, y el plan de estudio fue ingresado, finalmente, sin las modificaciones sugeridas por mi y que los demás docentes habían reconocido como necesarias. Esta actitud me hace pensar si en realidad se respetó la opinión de la mayoría en los restantes contenidos de ese plan de estudios.
Situaciones como éstas se vienen repitiendo desde hace muchos años y son fáciles de detectar desde la convivencia. Por razones de principios, y en lo que personalmente me afecta, no puedo seguir siendo indiferente. Creo que como docente estoy obligado a buscar, por todos los medios, la manera de ejercer plenamente mis derechos, y esto incluye oponerme a la desigualdad promovida por intereses que son totalmente ajenos al espíritu de la Universidad. Confío en que Ustedes, igualmente respetuosos de este espíritu, harán que mi reclamo logre la atención que merece.
Adjunto a esta nota las pruebas que confirman lo expresado por mí, y una copia de la misma se envía a Liliana Aguiar de Zapiola, Decana de la Facultad de Filosofía.
Les agradezco la gentil atención y sin más les saluda atentamente: Roberto Rue

Segunda nota dirigida al Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía el 4 de agosto de 2008 donde expongo los “FALSOS MALENTENDIDOS” que utilizó la Decana de la Facultad de Filosofía, Liliana Aguiar de Zapiola, tratando de ENCUBRIR LA CORRUPCION en el Departamento de Música:

De mi mayor consideración.

No habiendo encontrado todavía una explicación razonable por parte de las autoridades de la Facultad a la que pertenezco, y considerando que tengo el derecho a solicitarla, me dirijo a los nuevos miembros del Consejo Directivo esperando hallar un criterio más objetivo con respecto a la situación que les expongo a continuación.
Junto a una nota presentada el 6 de junio del presente año ofrecí a la Sra. Decana de la Facultad de Filosofía, Liliana Aguiar de Zapiola, pruebas sobre ciertas situaciones de marginación y exclusión ocurridas en el Departamento de Música de la Escuela de Artes dependiente de esa Facultad. La Jefa del mencionado Departamento, la prof. Myriam Kitroser, fue informada sobre este reclamo y respondió por escrito el 30 de junio, incluyendo otra nota con fecha 20 de noviembre de 2007. Estas notas se adjuntan a la presente y están incorporadas al expediente 120841469.
Posteriormente, el día 24 de julio, la Sra. Decana solicitó mi presencia en su despacho para aclarar algunos “malentendidos” vertidos en mi nota. El primero de ellos se relaciona con mi pedido de promoción al cargo de adjunto y la postergación que tuvo su tratamiento. La Sra. Decana, luego de advertir que el acceso al cargo no es automático y podría perjudicarme, dijo que desde hace años no hay puntos disponibles en esa Facultad para crear nuevos cargos. Es el mismo argumento utilizado por la prof. Kitroser, sin embargo, esta no parece ser la verdadera situación porque a través del Departamento de Música, y con los puntos obtenidos por el cambio de cargos docentes, se llamó a concurso para otras cátedras y no se tuvo en cuenta mi pedido.
El segundo “malentendido” al que se refiere la Sra Decana es mi malestar por publicarse los llamados a concurso exigiendo como requisito tener título universitario, violando el artículo 63 de los Estatutos Universitarios y que deja a muchos profesionales de reconocida trayectoria artística fuera de esa posibilidad. La Sra. Decana se encargó de aclarar que el título universitario es necesario solamente en los llamados a “concurso de títulos y antecedentes”, no así para los “concursos”. En realidad, no veo la diferencia entre un concurso y el otro. En mi caso, por ejemplo, pude ingresar a la Universidad sin tener título universitario y en un “concurso de títulos y antecedentes” (adjunto copia del expediente). La prof. Kitroser, en cambio, argumenta que la excepción al título universitario es solamente para los profesores regulares, pero aún en estos casos la publicación de los llamados a concurso que hacía el Departamento de Música exigían el título universitario.
El siguiente “malentendido” es mi reclamo por haber sido excluido de las mesas de examen. La Sra Decana dijo que la participación de los profesores asistentes en los exámenes es irregular, aún en mi caso, siendo docente por concurso y dedicación semiexclusiva. De cualquier manera, esto no justifica el hecho de haber sido excluido de los exámenes mientras los demás auxiliares participaban sin inconvenientes. Por su parte, la profesora Kitroser argumentó que no es obligación la toma de exámenes por parte de los profesores asistentes, no obstante, y haciendo una excepción, me incluyó en los tribunales, y como prueba puso los calendarios de exámenes posteriores a mi reclamo, sin embargo, no puso ningún calendario con fechas anteriores, en donde aparece la mayoría de los profesores asistentes del Departamento de Música y yo no estoy incluido.
El cuarto “malentendido” se refiere a mi reclamo por la decisión personal y deliberada de la Jefa del Departamento de Música de haber ignorado mi opinión sobre algunos contenidos del nuevo plan de estudios, que se oponen a los Estatutos Universitarios en lo referente a la investigación científica. La Sra. Decana dio a entender que este reclamo no se puede tener en cuenta porque la decisión de ignorar mi opinión obedece más bien a una diferencia de pensamiento, algo natural en el ámbito de la Universidad. Sin embargo, y por lo que interpreto de los mismo Estatutos, la educación no puede estar orientada según preferencias ideológicas excluyentes, como lo denotan los contenidos antes mencionados. Además, la prof. Kitroser expresa en su nota que mi único aporte al plan de estudios es irrelevante frente a la decisión del conjunto de los docentes, pero olvida mencionar que nunca fui invitado a participar de esas reuniones. Ante semejante situación, lo que hubiera correspondido por parte de la jefa del Departamento de Música, es respetar al que piensa diferente escuchando sus puntos de vista, y tal vez disculparse por no haberlo convocado nunca a discutir el nuevo plan de estudios.
Concluyo esta nota solicitando que se haga todo lo que sea necesario para posibilitar mi promoción al cargo de adjunto; creo que así lo justifican mi trayectoria durante estos años en la Universidad y la necesidad de la cátedra en la que me desempeño. Pero, considerando los hechos que he mencionado anteriormente es imprescindible solicitar, además, que se les exija a las autoridades responsables de formalizar este pedido que apliquen el mismo esfuerzo y dedicación que se les ha concedido a otros docentes en el mismo trámite.
Adjunto a la presente nota copia del dictamen de los concursos 1998 y 2007, la nota del titular de la cátedra solicitando mi promoción y mi currículum vitae.
Sin otro motivo, y esperando de Ustedes una actitud más coherente frente a esta situación, les saluda atentamente: Roberto Rue

Nota dirigida al Honorable Consejo Superior el 1 de octubre de 2008 y luego derivada a la Dirección de Asuntos Jurídicos el día 14 del mismo mes:

De mi mayor consideración

Me dirijo a Ustedes como última posibilidad dentro de la Universidad para hallar una solución coherente al problema que enfrento en el ámbito académico.
Desde hace 15 años soy profesor asistente, por concurso y dedicación semiexclusiva, en el Departamento de Música de la Escuela de Artes dependiente de la Facultad de Filosofía y Humanidades. En este lugar estoy siendo expuesto a situaciones de marginación y exclusión por parte de la autoridad a cargo de ese Departamento, la prof. Myriam Kitroser. Esto sucede, básicamente, por no tener título universitario, aún a pesar de mi trayectoria profesional y de la excepción contemplada en el artículo 63 de los Estatutos Universitarios.
Por no tener título universitario – y por no caer en la hipocresía de negociar con la “amistad” - se impidió deliberadamente mi progreso en el cargo docente, incluso, se llegó al extremo de impedir que estuviera presente en las mesas de examen, entre otras cosas. Esto viene ocurriendo desde hace varios años, y como es de suponer, no puedo demostrarlo en toda su dimensión. Solamente he aportado algunas pruebas, aunque es muy difícil instalarlas como tales.
El 21 de abril de 2008 presenté una nota al Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía dando cuenta de esta situación, pero esta nota se “perdió” en el camino y no llegó a su destino. Recientemente solicité copia del expediente que se inició con motivo de mi reclamo y pude comprobar que habían sido sustraídas algunas notas presentadas por la Jefa del Departamento de Música, las que constituían pruebas a mi favor.
El 6 de junio de 2008 envié una nota a la Señora Decana, Liliana Aguiar de Zapiola, explicando mi situación; luego envié otra nota al nuevo Consejo Directivo, y ya han transcurrido cuatro meses y no he obtenido una respuesta formal, menos aún he visto acciones tendientes a corregir el problema; por el contrario, el problema se va diluyendo con el tiempo y ya se lo está viendo como algo de menor importancia. Y a propósito de esto último, es importante destacar que no se trata solamente de la promoción de un cargo docente, se trata de la igualdad de posibilidades en todos los aspectos de la actividad académica.
La discriminación afecta la integridad moral de la vida universitaria, por lo que tendría que haber mayor vigilancia con respecto a las personas que actúan de esta manera, y no ser tan fácilmente habilitadas en cargos relacionados con la educación.
Adjunto a esta nota copia del expediente nº 120841842 para que Ustedes puedan tener más detalles sobre esta situación.
Sin otro particular y sin perder la fe en la Universidad a la que pertenezco, le saluda atentamente: Roberto Rue

A continuación están las dos notas que la jefa del Departamento de Música envió a la Secretaria Académica de la Facultad de Filosofía, la Lic. Gladis Ambroggio, el 20 de noviembre de 2007, y a la Decana de la misma Facultad, Mgter. Liliana Aguiar de Zapiola el 30 de junio de 2008 en respuesta a mis reclamos. Coloquialmente hablando: MANOTON DE AHOGADO.

Lic. Gladis Dambroggio

De mi mayor consideración: me dirijo a Ud. a fin de responder a la nota enviada por el Sr. Roberto Rue, el día 16 de octubre del corriente año y que Ud. me hizo llegar mediante Expediente Nº 12/07739844.
La nota contiene afirmaciones que ameritan aclaraciones por parte de esta Jefatura. La exponemos a continuación:
El Sr. Roberto Rue señala: “los llamados a concurso realizados por el Departamento de Música de la Escuela de Artes…”. Como se sabe, el departamento de Música no llama a concurso pues esta es una función que le compete al HCD de la Facultad, y según corresponda, al HCS de la UNC, o sea, cuerpos colegiados (Est. UNC. Art.15 y 31).
Sigue “…pone como requisito que los aspirantes acrediten título universitario, con lo cual se está violando el artículo 63 de los estatutos de la Universidad Nacional de Córdoba, donde se expresa claramente que “se podrá prescindir del título universitario y del más alto grado en el caso de que las condiciones del área o asignatura, como así la calidad del aspirante lo justificare”. En este caso el Sr. Rue transcribió sólo la segunda parte del artículo, o sea, la que establece la excepción. Omite la primera parte del artículo que justamente establece la norma, lo recordamos: para ser profesor regular se deberá tener título máximo universitario.
Llama la atención que el Sr. Rue haga hincapié en lo que él considera una actitud discriminatoria del departamento de Música, cuando él mismo ha sido exceptuado de la norma y por eso aún sin acreditar título universitario accedió a la docencia en este Dto., primero, en calidad de interino y luego, por concurso. Así lo prueba la documentación obrante en su legajo personal.
El departamento de Música viene realizando los llamados de selección de antecedentes según su práctica habitual, la cual nunca ha sido cuestionada. Pero si usted considera que la misma debe ser modificada, le solicito tenga a bien enviar un instructivo.
Sin otro particular y quedando a su disposición la saludo atentamente: Myriam B. Kitroser.

Sra. Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades

De mi mayor consideración
Me dirijo a Ud con referencia al expediente Nº 12/08/41469 presentado por el prof. Roberto Rue referido a lo que él considera “una serie de injusticias” cometidas por esta Jefatura de departamento y que afectan directamente su persona. Dice el profesor en el primer párrafo:
“desde hace 15 años soy profesor asistente… y desde entonces percibo hechos que me colocan en un incomprensible estado de marginación y exclusión, tanto en acción como en pensamiento…”
Más adelante el profesor agrega:
“Esta actitud de exclusión, a veces motivada por parcialidad ideológica tiene consecuencias que trascienden los límites de lo personal y afectan directamente el nivel de la educación universitaria”
Con referencia a la solicitud del profesor Rue sobre su pedido de promoción al cargo de adjunto de la cátedra Introducción a la Composición I, la remito al expediente Nº 12/07/38828 caratulado como informe sobre elevación pedido mejora, asentado en el registro de ingresos de la Escuela de Artes entre las fechas 22/06/07 y 25/06/07 y girado a la Secretaría de Asuntos Académicos el día 13/07/07. en el mismo se encuentra la nota enviada como respuesta tanto al profesor Rue como al profesor Eleazar Garzón, titular de dicha cátedra, firmada por el señor director de la Escuela de Artes con motivo de encontrarme con licencia por razones de salud. La nota refleja lo tratado sobre la presentación del profesor Rue en el Consejo de la Escuela de Artes. Adjunto a la presente el acta sumaria correspondiente a dicha sesión.
Asimismo, y con referencia a la acreditación de título universitario en los llamados a concurso, adjunto la respuesta que la Jefatura del departamento de Música elevó a la Secretaría Académica mediante nota fechada el 20 de noviembre de 2007 a raíz del reclamo presentado por el mismo profesor.
El profesor Rue también sostiene que se intenta restringir su actuación como docente porque en diversas ocasiones no integró los tribunales de las mesas de examen. De acuerdo a la reglamentación vigente hasta el 30 de noviembre del año 2007, la toma de exámenes no es parte de las obligaciones de los profesores asistentes, por lo tanto, en la medida de lo posible, no se los llama para cumplir con estas funciones, salvo excepciones cuando los especialistas del área con cargo de titular o adjunto no son suficientes.
No obstante, para atender el pedido personal del profesor Rue y a pesar de que en el área de composición hay profesores titulares y adjuntos para cubrir las mesas, esta Jefatura lo incluye en el tribunal de los exámenes de las materias Introducción a la Composición I y II. Como constancia de su participación en las mesas de exámenes, adjunto algunos calendarios de exámenes, elegido al azar entre los años 2005 y 2008.
Finalmente, el prof. Rue me adjudica haberlo excluido de participar del cambio de plan de estudios por parcialidad ideológica. Semejante acusación es sostenida con el único aporte personal que el profesor realizó durante todo el proceso. Para responder corresponde aclarar primero la metodología de trabajo adoptada, para llevar adelante el cambio curricular. El proceso de cambio del plan de estudios estuvo a cargo de una coordinación general y de encargados por departamento. En su última etapa y durante todo el 2004 y 2005 se realizaron reuniones periódicas por área, a las cuales fueron citados todos los profesores de las asignaturas relacionadas. Allí no sólo se debatieron las articulaciones horizontales y verticales de los nuevos espacios curriculares sino que también se discutieron y elaboraron los contenidos mínimos de los mismos. De igual modo, se estudiaron con detenimiento en reuniones del Consejo Asesor del Departamento durante la etapa de redacción final. En particular, en el área de Composición, la elaboración de los documentos se llevó adelante cooperativamente entre todos los profesores pertenecientes a la misma.
Algunas de las asignaturas previstas para el nuevo plan, como Introducción a la Investigación en Artes, se debatieron no sólo en el área de Composición sino también en la de Educación Musical, por ser materias comunes a todas las licenciaturas. La propuesta sobre Introducción a la Investigación en las Artes, presentada por la Dra. Mónica Gudemos, ya había sido incluida en la Licenciatura en Educación Musical, elevada en octubre del 2006, antes de que el profesor Rue hiciese sus observaciones. A pesar de ello se trataron nuevamente en Consejo sus sugerencias, siendo objeto de críticas por parte del mismo, fundamentalmente referidas a la cantidad y profundidad de contenidos para una asignatura cuatrimestral.
En ningún momento la jefatura del Departamento tomó decisiones personales sobre éstos ni otros temas. Todo el proceso de cambio de plan de estudios fue discutido y consensuado por los profesores y/o por sus representantes docentes en el Consejo Asesor, con la presencia de los estudiantes y bajo la coordinación designada a tales efectos. Pongo como testigo de mis afirmaciones a la planta docente del Departamento de Música que participó activamente en este proceso y que no dudo prestará su colaboración en caso que se les solicite.
Tras lo expuesto, quedo a su disposición para cualquier consulta que considere necesaria. La saludo muy atentamente: Myriam B. Kitroser.

La nota que sigue es la respuesta de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la U.N.C. a la presentada por mí al Honorable Consejo Superior el 1 de octubre de 2008. Se trata de un simple recuento de lo denunciado, sin atender a la gravedad de los hechos en sí mismos, por lo que la nota termina con un resumen que evita enfrentar el problema en su conjunto.

Según Poncio Pilatos, ésta es la manera más segura de resolver los problemas que te ponen al borde del abismo:


Aquí va un ejemplo:

CUDAP 0015880/2008 – EXPTE. 12-08-41842 – DICTAMEN Nº 412268
REF.: Rue Roberto reitera pedido de mejora de dedicación Facultad de Filosofía y Humanidades.
Señor Abogado Director: En estas actuaciones, el Prof. Roberto Rue de la escuela de Artes, de la Facultad de Filosofía y Humanidades presenta una nota a la Rectora de la Universidad en la que manifiesta haber sido puesto en situación de marginación y exclusión en el ámbito de la Facultad.
Sostiene que esta situación, es consecuencia de las actitudes de la Directora del Departamento, básicamente por no contar con el título universitario, pese a su larga trayectoria docente en esta casa (es profesor asistente DSE por concurso), impidiéndosele por ejemplo constituir mesas de examen.
Hace mención a notas presentadas que se han perdido en la Facultad.
En nota de fecha 4 de agosto de 2008, dirigida al H. Consejo Directivo de la facultad, el Prof. Rue hace una serie de manifestaciones relacionadas con su situación y los pedidos que ha presentado para que se le posibilite el acceso a un cargo de Profesor Adjunto.
Dice que las respuestas obtenidas, que no hay puntos docentes para satisfacer su pedido no se compadece con los llamados a concurso que hizo el Departamento.
También dice que se le ha informado que al carecer de título universitario, no puede participar en los llamados a concurso y que se aclaró que la exigencia de título es para los concursos de títulos y antecedentes y no así para los concursos.
Dice que la directora del Departamento le ha manifestado que la excepción del título universitario es para los profesores regulares.
Sigue describiendo distintas situaciones en las que considera que ha sido discriminado (ver foja ½) y concluye solicitando la posibilidad de acceder a un cargo de Profesor Adjunto.
Se agregan notas de la prof. Myriam Kitroser explicando la situación del prof. Rue a las que me remito en razón de economía procesal 10/14.
Al respecto deben precisarse algunas consideraciones a fin de esclarecer aspectos de los reclamos del prof. Rue.
En primer término debe decirse que la ley de Educación Superior en el artículo 36 establece que los docentes de todas las categorías deberán poseer título universitario requisito que sólo se podrá obviar con carácter estrictamente excepcional cuando se acrediten méritos sobresalientes.
En igual sentido el Estatuto Universitario, en su artículo 63 sostiene que para ser Profesor Regular se deberá tener título máximo universitario. Podrá prescindirse del título universitario y del más alto grado en el caso de que las condiciones de área o asignatura, como así la calidad del aspirante, lo justificaren y con aprobación del H. Consejo Directivo de la respectiva Facultad o el Consejo Superior en los casos que corresponda.
Como puede advertirse, si bien la regla general es el acceso a los cargos de profesor con título máximo, la excepción está contemplada y son – en los casos de concurso – los integrantes del Jurado quienes tienen la atribución de proponer al candidato que no posea título universitario, justificando debidamente tal recomendación como de hecho sucede en la Universidad en algunas oportunidades.
La carencia del título universitario no es impedimento para que se inscriba y se someta a un procedimiento de selección cualquier aspirante, serán quienes tienen la obligación de evaluar los que opinarán sobre la relevancia de los antecedentes y el desempeño en las pruebas de oposición del candidato, si las hubiera.
Desde otro costado, son las autoridades universitarias las que fijan las prioridades para la cobertura de los cargos docentes, y el modo en el que se designará al personal (art. 29 inciso h, ley nº 24521) y quienes a través de los órganos colegiados, reglamentan las funciones que deben asumir los docentes en las diferentes categorías y dedicaciones.
Esto implica entre otras cosas, que el docente no puede ser apartado de sus funciones específicas, sin la debida fundamentación, apoyada en la normativa vigente, bajo apercibimiento de incurrir en arbitrariedad manifiesta.
Ello, teniendo en cuenta el precepto que recoge el art 57 del Estatuto Universitario, en el sentido que para el acceso y permanencia en la docencia universitaria no se harán discriminaciones religiosas, políticas, raciales o ideológicas. La Universidad garantiza en su ámbito el derecho de pensamiento y de opinión para sus miembros, quienes tendrán amplia libertad para la exposición de sus ideas.
En resumen, son las autoridades de la facultad de filosofía y Humanidades las que tienen el deber y derecho de fijar la prioridad para la cobertura de cargos, más allá del derecho que asiste a los docentes de solicitar llamados a concursos y/o selecciones internas y de desempeñar las tareas que según su categoría y dedicación corresponda.
Así opino, Adriana Cicarell, abogada asesora.

El último párrafo es un verdadero ejemplo de cómo la Universidad encubre sus propios vicios de poder: se vuelve a esquivar el fondo real del problema, que es la DISCRIMINACION, no la búsqueda de una mejora en la dedicación. Aunque esta última es absolutamente legítima y necesaria, es apenas una parte de la serie de privaciones originadas en esa actitud general de DISCRIMINACION. Las recordamos: llamado a concurso exigiendo tener título universitario cuando son los miembros del jurado los únicos que tienen la atribución de evaluar los méritos del candidato; obstaculizar la tarea docente no permitiendo integrar las mesas de examen; evitar la participación en las reuniones docentes; marginar por razones ideológicas las opiniones relativas a la investigación científica; negar la posibilidad de mejorar la dedicación docente argumentando, falsamente, que no había puntos disponibles. Hay pruebas para cada uno de estos hechos mencionados, pero no hay pruebas para la mayoría de los hechos injustos que se detectan desde la convivencia, y que es notoriamente visible para TODOS los docentes del Departamento.

La Universidad que da vergüenza porque le conviene quedarse mirando el árbol para no ver el bosque.